En 1889, un año después de la abolición de la esclavitud,
quedó constituida por el gobierno provisorio “la república de Brasil”. Sus provincias,
reunidas por el lazo de la Federación constituyen los Estados Unidos de Brasil.
Una revolución social en la que participaron empresarios y pelotaris con la
puesta en marcha del nuevo emprendimiento. El juego de pelota fue permitido por
las leyes del 21 de julio de 1890 que regulaban la actividad aunque la población
carioca ya practicaba el juego de pelota desde tiempos inmemoriales.
El katalaywa era el juego de pelota de origen indígena que se jugaba con las rodillas y practicado por el pueblo Xingú. En la costa ocupada por las tribus Tupis se jugaba a la Peteca, juego originario de esta zona y que hoy en día ha derivado en el Badminton.
El katalaywa era el juego de pelota de origen indígena que se jugaba con las rodillas y practicado por el pueblo Xingú. En la costa ocupada por las tribus Tupis se jugaba a la Peteca, juego originario de esta zona y que hoy en día ha derivado en el Badminton.
Según registraba Luiz Gonçalves dos Santos, “El Padre
Perereca”. Aquí en Rio, además del juego dirigido por Bento Esteves, se
contaban tres sitios destinados al juego
de la pelota. En “Antiqualhas e Memórias do Rio de Janeiro”, su autor, Vieira
Fazenda, comenta que existían: El Beco dos Cachorros, perteneciente a los
frailes de São Bento; en la Playa Grande de Santa Luzia y en Morro da
Conceição. Este último alcanzó tanta importancia que transmitió su nombre a un
terreno de la finca antes de 1.811, llegando a Ladeira João Homem la calle
Pedro de Sul, conforme a anotaciones de Noronha Santos. El juego de pelota de
que se trata en este caso quedaba establecido en la antigua “Fortaleza de
Conceição” (no se debe confundir con otros dos juegos de bola que entonces
existían), un área de terreno en donde hoy se ve la iglesia de Sacramento y
otro en las inmediaciones de la actual Rúa de Bragança. Los juegos de pelota
eran lugares de numerosas y alegres reuniones.
El manual higienista- Eran tiempos ilusionantes pero muy difíciles a su vez. La
necesidad de trabajadores abolida la esclavitud provocó el aumento de la
inmigración. Los malos hábitos extendidos entre la población agravaban las
condiciones insalubres de aquellos días aumentando las muertes por diversas
enfermedades y siendo cada vez más extendida la epidemia de fiebre amarilla.
Por eso los intelectuales fluminenses alentaban la práctica deportiva entre la
ciudadanía y veían con muy buenos ojos la entrada del juego de pelota vasca en
la ciudad. El juego de pelota vasca sería presentado como espectáculo
deportivo, y su práctica estaría promovida a través del Frontón y seguidamente desde
las instituciones escolares.
Primera temporada
El Dr. Lemos junto a Francisco
Aquilino pidieron licencia de apertura para el nuevo Frontao Fluminense y el
día 21 de junio de 1891 provenientes de Rio de la Plata, en el Vapor Oraneque
desembarcan en San Sebastian de Rio de Janeiro los pelotaris Felix Uranga,
Antonio Uranga, Manuel Uranga, Santiago Barriola, Antonio Egues, Antonio Imas,
Miguel Urbieta, Enrique Artaraz, Pio Lapeyra, Angel Osa “Zumaia”, Luis
Salsamendi, Francisco Martrou, Estudiante, Manuel Odriozola, Vicente Otaduy,
Tono-Tono, Liborio Ruiz, y otros.
Inaugurada oficialmente la primera temporada del juego a
cesta se reforzó la plantilla con el concurso de otros pelotaris como Timoteo,
Goenaga, Crispin Lekumberri “Errotari”, Ramón Arnau, Juan Ramón Rincón, etc. De este modo diariamente eran programados quinielas
y partidos de los que periódicos y medios de la época realizaban un detallado
seguimiento.
Edorta Basterretxea
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El cometido de este blog es meramente informativo por lo que en ningun caso se permitira cualquier comentario que consideremos ofensivo.